Tan veloz se ha vuelto este mundo,
que a veces siento que paro un segundo
y miles de años se mueven bajo mis pies.
Ya no me importa, quiero detenerme a mirar el cielo,
no voy a vivir pendiente del suelo,
no hay nadie, ni nada, ahí abajo que me espere.
A veces para despegar y levantar vuelo,
solo se necesita un soplido
y un corazón que se haya conmovido.
Eme. :)
19 agosto, 2010 17:13
Es precioso! Pero nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes!
Cuidate :)