Había sido un mal día para ella, en relación con él.
Un mal pensamiento opacó momentos de felicidad que
habitaban en sus recuerdos.
Por más que sabía que durante la noche, las cosas estaban menos claras
no tenía presente la llegada del día.
Se nubló por un momento su soledad.
Los fantasmas de la inseguridad impulsada se le acercaron.
Susurraron en su oído cosas que no quiso escuchar, pero escuchó.
Reconozco parte de la culpa, los celos me traicionaron y cavaron mi fosa.
Reconozco tu parte culpable, sembraste lo que cosechaste.
De tanto ir y venir, se pierde la noción del punto de partido.
De tanto irse y volver, sin embargo, está más clara la meta.
Eme. :)
25 julio, 2010 08:53
Me encantó la frase final :).