Temblaste cuando llegó el frío,
hasta que alguien pudiera abrigarte.
Hubiera sido mucho más fácil,
darse cuenta a tiempo que dependía de vos, encontrar el calor.
Lloraste hasta que transformaste en río,
las ilusiones que cedieron por la pendiente,
llevadas por la corriente, hacía el mar.
Dónde fue difícil encontrarlas, cuando ya eran océano.
Saliste a pescar, a ver si encontrabas aquel sueño sumergido.
De hecho, no lo encontraste.
Cuando la caña salió del agua, otro sueño habías hallado.
Lo pusiste rápidamente en remojo y lo observaste durante un largo rato.
Ahora tenes una nueva razón para seguir
y una nueva fantasía que criar.
Eme. :)
10 junio, 2010 16:20
'Cuando la caña salió del agua, otro sueño habías hallado..' esa es la parte que más me gustó.
¡Un abrazo!
10 junio, 2010 16:35
Las sopresas de la vida, no? :).
11 junio, 2010 00:17
Me gusta. Sutilmente hermoso lo que has escrito.
11 junio, 2010 01:16
Me encaaanta que dulce y suaave!! ^^
Genial como siempre, envidio tu capacidad para escribir asi n_n
Un beso! =)