Se desmorona el cuento de hadas de una princesa,
el príncipe se quedó dormido y no pasó a buscarla.
El dragón que la tenía acorralada ahora ríe,
y el final feliz sigue en lista de espera.
El asesino no fue el mayordomo, y es sorpresa el futuro.
No todo estaba escrito, y ahora no sabe como actuar.
Pero encontró algo curiosamente interesante en la situación.
Nadie le dice lo que tiene que hacer,
el cierre de la historia depende solamente de ella.
Ya no se preocupa por besar sapos, y juega al ajedrez con su captor.
Fue conociéndolo un poco, y resultó no ser tan malo.
¿Quién le impuso la idea de que estaba presa?
Ahora es su decisión quedarse ahí.
Si alguien la tenía atrapada, era nada más y nada menos que
su prejuicio.
Eme. :)
20 mayo, 2010 13:06
Genial como siempre ^^
Un beso! =)