He llegado a la conclusión lamentable y triste de que la verdad no dura para siempre. Estuve revisando mis pertenencias, las que guardo en una cajita de zapatos. Entre algunas curiosidades como tapitas de gaseosas, clips y hasta monedas, lo más raro que encontré fueron tus cartas.
En ellas describías con las palabras que te salían tu amor por mi. Ese amor que no duró, como según prometías, toda una vida. Por eso mismo es que yo no te creo mentiroso. No creo que hayas fallado a la verdad y no creo que me hayas engañado para conseguir algo a cambio. Te hubiera dado hasta mi vida sin necesidad de intercambio.
Pero, no obstante a lo que solamente contextualiza la situación, firmemente sostengo que en su momento sí, sentías cada una de las palabras que plasmabas en esas cartas.
Pero el amor, como las ganas y el deseo, se terminan. Entonces no puedo decir hoy que es cierto que me amás, pero si lo fue en su momento.
Por lo tanto, concluyo recordando que: no sólo la verdad tiene fecha de vencimiento sino que, lo verdadero dura mientras sea cierto.
Eme. :)
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