A vos, por mas que me aleje y camine hacia otra dirección
el destino parece torcer el camino.
De forma circular mis pasos, adelantándose el uno al otro
se acercan y se alejan cada vez más.
Más cerca de vos, más lejos de todo.
Es como un ciclo por el cual suelo transitar.
Te amo, te olvido, te extraño, te odio.
No es que no me guste que seas el protagonista, hoy en día,
de mis retratos y visiones.
El problema se encuentra en la proyección.
Cuando quiero ver un poco más allá de lo común, de lo normal,
del ahora.
No logro visualizar con claridad hacia donde me esta llevando el destino,
el cual al torcer el camino nuevamente, hizo que me encuentre
en un abismo.
Un gran acantilado, la única manera de atravezarlo es saltando.
Porque cuando me di vuelta, para volver sobre mis pasos,
estaba la sombra, la sombra de todo lo recorrido.
La sombra de lo pisado, de lo que no quiero volver a cruzar.
Entonces, sin pensarlo.
Salté.
Y lamentablemente, vos, no estabas abajo para atraparme.
Eme. :)
16 mayo, 2010 15:37
Lo importante es que te animaste a saltar :).
PD: Mirá cuantos seguidores tenés ya. Qué bueno que tanta gente lea (y, espero, aprecie) las cosas lindas que escribís :). ¡Igual la fan namber guan soy yo, loco! xD.