Por la ventana observa el paisaje, pilas de pisos de cemento, forman un edificio. Y luego ve otro, y otro. Lo único que brilla a lo lejos es una luz azul, de un laboratorio. Por un momento se imagina dentro de ese lugar, pero realmente no hay nada que le interese allí. Por mas que experimenten con drogas y medicamentos, no hay cura para su dolor. No existe un remedio que pueda sanarle las heridas que le dejó un antiguo amor. No hay elixir capaz de hacer olvidar algunas malas experiencias que, como un ancla no permite avanzar un barco, no la dejan continuar.
Levanta su mirada, ya no sigue pensando en aquella luz azul, ahora le llama la inteción, la poca cantidad de estrellas que destellan en el cielo. Si tan solo hubiera una o dos... su paisaje no sería tan oscuro, tan triste.
De repente, se levanta a buscar un libro, para leer.. y observa que detras de uno de esos monstruos bien altos de concreto, algo brilla. Brilla con mucha intensidad. Es la luna, que se escondio para demostrarle que tan solo a veces hay que mirar desde otro angulo, para poder ubicar una luz intensamente relajante.
Eme. :)
17 mayo, 2010 05:50
Aguante el final feliz ♥ (Firmaba todas las entradas la muy pesada xD. Jodete, te dije que era fana :P).