Expresar, sentir y contar.
Las palabras brotan por la noche sin temor a ser descubiertas.
A veces hacen ruido y despiertan alguna conclusión.
Otras, son sigilosas como bailarinas y no logran
llamar la atención.
Pero siempre están atentas, al más mínimo indicio de inspiración.
Cuando sienten que la inspiración anda cerca, enamorados los versos
se entrelazan formando un poema.
O lo que sería una especie de texto poético.
No hay miedo en el decir, no hay miedo en escribir.
Quizá me cause un poco de temor leerme y descubrirme.
No hay reflejo más puro del alma
que la lírica que uno deja fluir, sin frenos.
Sin importar el que dirán, ni si es correcto o no.
Simplemente una sumatoria de ideas que ilustran
los colores del adentro.
Un adentro tan lejano que vagamente se admira entre estos textos.
Un espectro tan amplio de sensaciones, que
por más que pasen los años y siga escribiendo, cada día y cada ocasión
será totalmente distinta a la anterior.
Quizá esto mismo no lo estaría escribiendo si,
por ejemplo, alguna persona me haya dicho algo diferente.
Y cada persona que se cruce en mi camino, afectará de algún modo mi escritura.
Vivir, es inspirarse en el alrededor para poder crear el día a día
lo más alegremente posible.
Eme. :)
03 mayo, 2010 04:34
Es cierto, cada persona que cruces en tu camino, cada situación que vivas...y cada cosa que opines o pienses, influye en tu escritura =)
nos basamos en nuestro entorno para ello.
Muy linda entrada!
03 mayo, 2010 08:38
Me ha encantado... El arte es una buena forma de desenredarse, como quien se pasa el cepillo por el pelo... Es verdad que a veces da susto... pero es necesario hacerlo, como tú dices "para poder crear el día a día lo más alegremente posible".
Gracias por tu comentario doble en mi blog. ¡Un abrazo Maqii!
04 mayo, 2010 07:16
me gusto (:
escribir es lo mas lindo del mundo.
un besito